Cómo iluminar tu espacio para trabajar desde casa

30 de marzo de 2021

Fuente: Endesa

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1.- Temperatura de color entre los 3300 K y los 5300 K. La temperatura de color, también llamada color aparente, describe el color relativo de la fuente de luz. Todas las bombillas incluyen su color o rango de colores en la caja donde se compran.

2.- Rendimiento de color o índice de rendimiento cromático (Ra o IRC) cuanto más próximo a 100, mejor. Esto indica la capacidad de la fuente de luz para representar los colores con fidelidad. En las cajas de las bombillas se puede encontrar la clase 1A (IRC ≥ 90).

3.- Nivel de iluminación o iluminancia (no confundir con el flujo luminoso, la intensidad luminosa o la luminancia) próxima a los 300 lux o 500 lux, en función del puesto laboral, siendo el mínimo 100.

 

Un error muy frecuente es colocar el ordenador a contraluz, como se ve en la imagen, o a la contra del sol. Esto suele ocasionar molestias oculares y mareos notables al obligar al trabajador a entrecerrar los ojos para graduar el exceso de luz, y al tiempo forzarle a subir el brillo de la pantalla para ver algo. ¿Lo óptimo? Trabajar a unos 90º de la fuente de luz natural.

Además, si se trabaja en un puesto de teletrabajo delante de un ordenador, lo óptimo será una temperatura de color cercana a los 5300 K por la mañana y a los 3300 K al atardecer, un rendimiento de color de clase 1A y una iluminancia de 500 lux. Es muy importante poder modular el brillo de la pantalla del dispositivo.

Para aliviar la fatiga ocular (astenopía) derivada de mirar una pantalla cercana es aconsejable mirar de tanto en tanto a lo lejos. Por ejemplo, por una ventaja junto a la mesa de trabajo, aprovechando momentos como llamadas para fijar la vista en objetos tan lejanos como sea posible. Y, al tiempo, reducir los lúmenes de la pantalla para adecuarlos a la luz ambiente.